Aries es el líder del zodiaco, el primer signo de los doce que hay. Como pionero, destaca por ser una persona impulsiva y también por su energía. Un Aries siempre se sumará a un plan: le encantan las aventuras y las grandes ideas. Su impulsividad se mezcla con su organización, una característica propia de su elemento, el fuego. Es un signo de fuego, lo que significa que este carnero toma decisiones rápidamente e incluso a veces sin pensar –algo que a veces les juega malas pasadas-. Son personas que tienen claro lo que quieren y van derechos a por su objetivo. Así que no paran hasta conseguir lo que se proponen. Y si pueden conseguirlo los primeros, mejor que mejor, porque también son competitivos y les gusta ganar. No les importa arriesgarse, porque son independientes y muy valientes. Algo que se suma a su facilidad por adaptarse a las circunstancias. Al igual que es fácil ofenderle, porque no le gusta nada que le lleven la contraria. Son bastante agresivos y orgullosos y cuesta hacer las paces con ellos. En el amor… Son leales, honestos y muy sinceros. Son personas apasionadas y que se desviven cuando están enamoradas porque se sentirán más vivos que nunca. Pero cuidado, porque es difícil enamorarles… No les gustan las cosas fáciles ni demasiado tranquilas. Le encantan los comienzos y coquetear, pero si no le llena, se va sin dejar rastro. Antes de marcharse, le dará cientos de vueltas a la cabeza. Es una persona analítica y muy racional, se deja llevar mucho por lo que piensa y lo llevará hasta el final porque son bastante tercos. Así que paciencia, porque les costará escuchar y saber que hay otras personas que sienten o piensan diferente. En la amistad… Siempre están de aquí para allá, viviendo intensamente. Y cuantos más haya para aventurarse con él, mejor. Aries es una persona abierta y muy sociable y siempre se lleva un amigo del lugar donde esté. Pero la verdadera amistad, para ellos, es algo muy diferente: tendrá pocos pero serán de verdad.